Todos conocemos a los vampiros,
figuras altas, siniestras y oscuras que habitan en el fondo de catillos
lúgubres. Buena parte de esa imagen prototípica se creó en base a la novela
Drácula, del escritor irlandés Bram Stoker. Pocos saben, sin embargo, que el
literato no imaginó al personaje desde cero, utilizó como lienzo a un joven y
violento señor feudal que vivió en el sur de Rumanía durante el siglo XV. Esta
es la historia de Vlad Dracul III, más conocido como Vlad El Empalador.
Retratro de Vlad Dracul III (Austria 1560)
Vlad Draculea nació en la ciudad transilvana de Sighisoara en el invierno de 1431. Era uno de los 4 hijos de
Vlad Dracul II, gobernante de Valaquia, un pequeño principado situado en el sur
de la actual Rumanía. Su infancia y juventud estuvo marcada por las continuas
turbulencias en una zona llena de cambios fronterizos, con la amenaza de los
otomanos al sur, siempre dispuestos a conquistar territorios en Europa con sus
temibles jenízaros, y los Estados cristianos al oeste, aliados necesarios a la
hora de defender sus tierras, pero también vecinos poco deseables a la hora de
mantener el poder. Con 13 años fue enviado como rehén junto a su hermano a la
corte del Sultán Murat II, como muestra de sumisión por parte de su padre. Este
hecho generó en Vlad un odio enfermizo hacia los otomanos. En 1447 fue liberado
sin razón aparente, quedando su hermano Radu en Estambul. Al llegar a su tierra, Vlad descubrió que su padre había
muerto apaleado y su hermano mayor, heredero del trono de Valaquia, había
muerto con los ojos abrasados y enterrado en vida. Ambos hechos habían sido
ordenados por el regente de Hungría, Juan Hunyadi y auspiciados por los
boyardos, terratenientes ávidos de poder. Desde ese momento Vlad Draculea juró
odio eterno a los boyardos, un odio que posteriormente le llevaría a cometer
atrocidades contra ellos.
Desde esta fecha se inició la
búsqueda de Vlad de un poder que le alzase al trono. Unos meses después
consiguió un breve reinado con el apoyo de los turcos, pero fue nuevamente
depuesto por las tropas húngaras. Inició un viaje en búsqueda de apoyos,
reuniéndose con su primo Esteban de Moldavia y con su antiguo enemigo Juan
Hunyadi. Este último, impresionado por su odio hacia los turcos decidió
perdonar sus antiguas luchas en su contra y nombrarle candidato húngaro al
trono de Valaquia.
En 1456 llegó la oportunidad de
Vlad. Los turcos habías sido rechazados por el ejército húngaro y Vlad,
aprovechando la fortaleza de sus nuevos protectores se hizo con el poder en
Valaquia deponiendo a Vladislav II. Su primera orden, muestra de su carácter
volcánico, decidido y sangriento, fue la ejecución pública de Vladislav II. A
partir de este momento comenzó el reinado de Vlad Dracul III, un príncipe
obsesionado con la eliminación de sus rivales, su odio hacia los turcos y
boyardos y su férreo mantenimiento de la independencia de Valaquia.
Los escritos de la época recogen
datos sobre alguna de sus masacres. Como ejemplo, durante la fiesta de Pascua
de 1459, Vlad invitó a los boyardos a una cena, solicitando que llevasen sus
mejores galas. Una vez finalizada la cena, Vlad mandó empalar a los hombres más
viejos, mientras que los más jóvenes fueron enviados como mano de obra forzosa
a la construcción de una fortaleza a más de 100 kilómetros. Todos ellos
murieron meses después victimas del cansancio y con sus ropas de gala hechas
jirones.
Vlad no solo cometió dichas
atrocidades contra la población civil, fue también un férreo defensor de la
independencia de Valaquia, atacando salvajemente a todo aquel que osara invadir
su territorio. Se cuenta que en 1461 el Sultán Mehmed II, famoso por su
crueldad, trató de atacar al principado. Cuando llegó a la frontera se encontró
con la horrorosa visión del llamado "Bosque de los Empalados" el
lugar donde Vlad Dracul había ordenado empalar a todos los atacantes otomanos
(así como de otros países y algunos civiles) de los últimos años. La visión de
más de 23000 personas empaladas fue demasiado para el Sultán, que tuvo que
volver a Estambul aquejado de vómitos crónicos que nunca le abandonaron durante
el resto de su vida.
La historia de Vlad Dracul
continua desde entonces con multitud de combates fronterizos, masacres, luchas
fratricidas contra su hermano Radu, periodos de prisión y vueltas al trono en
la que puede ser una de las épocas más turbulentas de la Historia en dicha
zona. Vlad Dracul III murió en 1474 asesinado en una emboscada tras volver al
trono brevemente en dicho año. Su cabeza fue separada del cuerpo y llevada a
Estambul como trofeo, donde fue expuesta en las murallas.
Vlad Tepes desayunando ante "El Bosque de los Empalados"
En tan solo 6 años de reinado
Vlad Dracul había ejecutado a más de 100000 personas en la zona de Valaquia,
casi todos ellos mediante el empalamiento, lo que llevo a la gente en la zona a conocerle como "Tepes", vocablo que en rumano significa "El Empalador". Estos hechos fueron el germen perfecto que permitió a Bram
Stoker moldear al personaje hasta convertirlo en el Conde Drácula que todos
conocemos. Había comenzado la leyenda negra de Vlad Dracul.
Me ha dejado mal cuerpo imaginarme la historia >_<
ResponderEliminarQué personaje tan cruel :(
Era un personaje cruel, es verdad, pero la crueldad era su única manera de defender un pequeño Estado rodeado de grandes potencias militares. Utilizó el terror como arma. Como curiosidad cabe destacar que en Rumanía es considerado un héroe nacional.
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