viernes, 27 de diciembre de 2013

Historia 10: Historia de un encuentro

Nueva York año 1869. James Gordon Benett, editor y director del New York Herald (anciano precursor del conocido Herald Tribune) encargó al explorador británico Herny Morton Stanley una de las misiones de rescate más conocidas de la historia: la búsqueda del médico, biólogo, explorador y misionero escocés David Livingstone, desaparecido en las selvas africanas desde 1866. Muchos han oído la famosa frase que se produjo en su encuentro, pero pocos conocen la historia que esconden estos dos grandes exploradores.

David Livingstone llegó al continente africano en 1841. Hasta 1849 se dedicó a la actividad misionera en el sur de continente, zona controlada por el Imperio Británico. En 1849 se adentró junto con el explorador William Cotton en el desierto del Kalahari, atravesándolo y descubriendo el  río Zambeze. Desde este descubrimiento Livingstone acarició la idea de organizar una expedición hacia el Atlántico, tratando de remontar el río Zambeze, y encontrar una ruta que conectase el océano Índico con el Atlántico. Livingstone trabajaba sobre un mapa completamente en blanco, y cada paso suyo expandía los conocimientos geográficos occidentales en la zona. Se trataba, pues, de un viaje hacia lo desconocido, atravesando densas selvas ecuatoriales y zonas inexploradas donde habitaban tribus ciertamente hostiles. Inició su viaje en 1852, llegando en 1855 a las cataratas del río Zambeze, conocidas por los nativos como "Humo que truena". Livingstone decidió bautizarlas como cataratas Victoria en honor de la Reina Victoria. En la actualidad dichas cataratas son consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Imagen de las cataratas Victoria

La historia de David Livingstone continua estrechamente vinculada a la exploración africana durante los siguientes años, incluyendo momentos más dramáticos, como la muerte de su esposa y su hermano en una expedición hacia el nacimiento del río Zambeze en 1863, debido a la disentería. Tras este golpe, el doctor Livingstone volvió a Inglaterra, donde se mantuvo hasta 1865, momento en el cual fue designado por la Royal Geographical Society para terminar con el conflicto que había suscitado el descubrimiento del nacimiento del río Nilo, ocurrido apenas 3 años antes. David Livingstone inició dicho viaje en la isla de Zanzíbar y se adentró hacia el norte del continente, perdiéndose su rastro a finales de 1866. Es aquí donde Henry Morton Stanley entra en la historia.

H.M.Stanley ,tras una serie de viajes preliminares que le llevaron a Jerusalén y el canal de Suez, decidió buscar al doctor Livingstone siguiendo la ruta que éste había trazado inicialmente. Seguiría los pasos del explorador escocés con el fin de encontrarle. Cada día de viaje escribía unos pequeños artículos que posteriormente serían publicados en el Herald Tribune. Atravesó las selvas siguiendo el rastro de un "explorador blanco" que había pasado por allí unos años antes que él, en dirección al "gran lago". En 1871 descubrió el pueblo de Ujiji, en la orilla oriental del lago Tanganica, donde encontró al explorador escocés gravemente enfermo. Fue en su primer encuentro donde Herny Morton Stanley pronunció la famosa frase que ha pasado a la historia, muestra de la no menos conocida fléma británica:

"¿El doctor Linvingstone, supongo?"

Boceto mostrando el momento del encuentro en Ujiji

Tras su encuentro a las orillas del lago Tanganica, la historia de estos dos gigantes de la exploración volvió a separarse. David Livingstone rechazó la oferta de Stanley de volver con él a Inglaterra y persistió en su ideal de exploración.

Stanley volvió a Inglaterra, aunque no por mucho tiempo. En 1874 llevó a cabo una exploración del río Congo que resultó extremadamente mortífera, siendo Stanley el único europeo que sobrevivió. Posteriormente participo en la reivindicación del Congo por parte del rey Leopoldo III de Bélgica, en lo que finalmente sería una historia de violencia y abusos sobre la población indígena. Con su imagen maltrecha tras estos dos viajes, trató de reivindicar su figura con el rescate del explorador alemán Isaak Eduard Schnizter (más conocido como Emin Pasha), atrapado en medio de una revolución en la zona de Sudán. Su rescate , aún con graves deficiencias, fue un éxito, pudiendo sacar de la zona a más de 100 personas que corrían riesgo de ser asesinadas por los rebeldes, incluyendo a Emin Pasha. Herny Morton Stanley volvió a Inglaterra en 1890, donde moriría en 1904.

Por su parte el Doctor Livingstone se negó a partir con Stanley, y decidió continuar con la misión que se le había encomendado. David Livingstone murió debido a la disentería el 1 de mayo de 1873 en un pequeño pueblo en los remotos confines de Zambia. Su cuerpo fue conservado en sal y transportado hasta Inglaterra, donde fue recibido con honores y enterrado en la Abadía de Westminster como un héroe nacional. Sin embargo, su cuerpo no viajaba completo. Sus ayudantes africanos extrajeron su corazón y lo enterraron bajo en gran árbol en las orillas del pequeño lago Bangweulu. Su corazón debía reposar en el mismo sitio donde había estado en vida: África.

Esta es la historia del encuentro entre dos de los mayores exploradores del África colonial, dos hombres que caminaron hacia lo desconocido, expandiendo los mapas con cada uno de sus pasos. No es sólo la historia de una frase o la historia de un encuentro, es la historia del conocimiento.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Historia 9: Vlad Dracul, la historia detrás del mito.

Todos conocemos a los vampiros, figuras altas, siniestras y oscuras que habitan en el fondo de catillos lúgubres. Buena parte de esa imagen prototípica se creó en base a la novela Drácula, del escritor irlandés Bram Stoker. Pocos saben, sin embargo, que el literato no imaginó al personaje desde cero, utilizó como lienzo a un joven y violento señor feudal que vivió en el sur de Rumanía durante el siglo XV. Esta es la historia de Vlad Dracul III, más conocido como Vlad El Empalador.


Retratro de Vlad Dracul III (Austria 1560)

Vlad Draculea nació en la ciudad transilvana de Sighisoara en el invierno de 1431. Era uno de los 4 hijos de Vlad Dracul II, gobernante de Valaquia, un pequeño principado situado en el sur de la actual Rumanía. Su infancia y juventud estuvo marcada por las continuas turbulencias en una zona llena de cambios fronterizos, con la amenaza de los otomanos al sur, siempre dispuestos a conquistar territorios en Europa con sus temibles jenízaros, y los Estados cristianos al oeste, aliados necesarios a la hora de defender sus tierras, pero también vecinos poco deseables a la hora de mantener el poder. Con 13 años fue enviado como rehén junto a su hermano a la corte del Sultán Murat II, como muestra de sumisión por parte de su padre. Este hecho generó en Vlad un odio enfermizo hacia los otomanos. En 1447 fue liberado sin razón aparente, quedando su hermano Radu en Estambul. Al llegar a su tierra, Vlad descubrió que su padre había muerto apaleado y su hermano mayor, heredero del trono de Valaquia, había muerto con los ojos abrasados y enterrado en vida. Ambos hechos habían sido ordenados por el regente de Hungría, Juan Hunyadi y auspiciados por los boyardos, terratenientes ávidos de poder. Desde ese momento Vlad Draculea juró odio eterno a los boyardos, un odio que posteriormente le llevaría a cometer atrocidades contra ellos.

Desde esta fecha se inició la búsqueda de Vlad de un poder que le alzase al trono. Unos meses después consiguió un breve reinado con el apoyo de los turcos, pero fue nuevamente depuesto por las tropas húngaras. Inició un viaje en búsqueda de apoyos, reuniéndose con su primo Esteban de Moldavia y con su antiguo enemigo Juan Hunyadi. Este último, impresionado por su odio hacia los turcos decidió perdonar sus antiguas luchas en su contra y nombrarle candidato húngaro al trono de Valaquia.

En 1456 llegó la oportunidad de Vlad. Los turcos habías sido rechazados por el ejército húngaro y Vlad, aprovechando la fortaleza de sus nuevos protectores se hizo con el poder en Valaquia deponiendo a Vladislav II. Su primera orden, muestra de su carácter volcánico, decidido y sangriento, fue la ejecución pública de Vladislav II. A partir de este momento comenzó el reinado de Vlad Dracul III, un príncipe obsesionado con la eliminación de sus rivales, su odio hacia los turcos y boyardos y su férreo mantenimiento de la independencia de Valaquia.

Los escritos de la época recogen datos sobre alguna de sus masacres. Como ejemplo, durante la fiesta de Pascua de 1459, Vlad invitó a los boyardos a una cena, solicitando que llevasen sus mejores galas. Una vez finalizada la cena, Vlad mandó empalar a los hombres más viejos, mientras que los más jóvenes fueron enviados como mano de obra forzosa a la construcción de una fortaleza a más de 100 kilómetros. Todos ellos murieron meses después victimas del cansancio y con sus ropas de gala hechas jirones.

Vlad no solo cometió dichas atrocidades contra la población civil, fue también un férreo defensor de la independencia de Valaquia, atacando salvajemente a todo aquel que osara invadir su territorio. Se cuenta que en 1461 el Sultán Mehmed II, famoso por su crueldad, trató de atacar al principado. Cuando llegó a la frontera se encontró con la horrorosa visión del llamado "Bosque de los Empalados" el lugar donde Vlad Dracul había ordenado empalar a todos los atacantes otomanos (así como de otros países y algunos civiles) de los últimos años. La visión de más de 23000 personas empaladas fue demasiado para el Sultán, que tuvo que volver a Estambul aquejado de vómitos crónicos que nunca le abandonaron durante el resto de su vida.

La historia de Vlad Dracul continua desde entonces con multitud de combates fronterizos, masacres, luchas fratricidas contra su hermano Radu, periodos de prisión y vueltas al trono en la que puede ser una de las épocas más turbulentas de la Historia en dicha zona. Vlad Dracul III murió en 1474 asesinado en una emboscada tras volver al trono brevemente en dicho año. Su cabeza fue separada del cuerpo y llevada a Estambul como trofeo, donde fue expuesta en las murallas.


Vlad Tepes desayunando ante "El Bosque de los Empalados"

En tan solo 6 años de reinado Vlad Dracul había ejecutado a más de 100000 personas en la zona de Valaquia, casi todos ellos mediante el empalamiento, lo que llevo a la gente en la zona a conocerle como "Tepes", vocablo que en rumano significa "El Empalador". Estos hechos fueron el germen perfecto que permitió a Bram Stoker moldear al personaje hasta convertirlo en el Conde Drácula que todos conocemos. Había comenzado la leyenda negra de Vlad Dracul. 

martes, 3 de diciembre de 2013

Historia 8: La maravilla de madera

Mucha gente piensa que los tiempos de crisis son yermos de creatividad, épocas en las que lo único que se puede hacer es capear el temporal y aferrarse a lo ya conocido. Otras personas, sin embargo, se crecen ante las adversidades y buscan nuevas ideas en los tiempos difíciles. Sé que es difícil hablar de creatividad en tiempos como los actuales, donde todo parece inventado y el futuro se plantea negro. Muchos dirán que no se puede hacer y que vuestra idea es imposible. Sin embargo esas mismas palabras ya han sido oídas por otras personas antes.Por ello os voy a contar la historia de un ingeniero inglés y su creación: el DeHavilland Mosquito, la maravilla de madera.

1939: Inglaterra. Geoffrey DeHavilland, un ingeniero aeronáutico inglés presenta ante las autoridades británicas los planos de construcción de un avión realizado en su práctica totalidad con madera a través de tablones de contrachapado. Versiones anteriores de este modelo han sido recibidas con escepticismo y rechazadas sin apenas ser consideradas. Sin embargo, a finales de 1939 la situación en Inglaterra ha cambiado, la Segunda Guerra Mundial ha comenzado y los U-boots alemanes comienzan a ser un problema para los cargueros que traen recursos desde todas las zonas del Imperio Británico. La madera, a cambio, es un recurso abundante y barato en las Islas Británicas. Ante esta situación, la opción de DeHavilland es tenida en cuenta, aunque se la sigue tratando como una locura y se encuentra con el enfrentamiento de muchos opositores.


Geoffrey DeHavilland, creador del "Mosquito"

La mayoría de sus detractores consideran que un avión de contrachapado no podría ser capaz de soportar las presiones y velocidades que se soportaban en la estructura de un aeroplano de la época. Consideraban que sería prácticamente imposible que el avión superase unas velocidades mínimas sin desmembrarse por completo. Sin embargo, Geoffrey DeHavilland plantea justo lo contrario: Su avión será tan veloz y podrá circular a tal altura que no será necesario ningún tipo de armamento defensivo en el avión ya que no podrá ser interceptado por ningún avión de caza conocido hasta la fecha. Esta visión, la escasez de aluminio y la amenaza de los submarinos alemanes, así como la ferviente defensa de su modelo que hizo DeHavilland consiguió que el Alto Mando Británico le encargase la construcción de un prototipo. En un plazo de tan solo 4 meses se construyó el primer ejemplar, que vuela a finales de Noviembre de 1940. Las pruebas oficiales del modelo se realizaron en Enero de 1941 ante la cúpula del Estado Mayor del Aire Británico, que quedó atónito ante la actuación del modelo. El aeroplano de DeHavilland no era solo extremadamente rápido, sino que, además, era resistente y muy ágil. La visión de los detractores de DeHavilland había sido completamente desacreditada y se inició la construcción de 30 modelos, solicitados por el Estado Mayor.

El 20 de Septiembre de 1941, apenas 10 meses después del vuelo del primer prototipo, se produjo el bautismo de fuego del modelo, conocido como DeHavilland 98DH "Mosquito", en una misión de reconocimiento sobre los puertos ocupados de Burdeos y La Pallice. El "Mosquito" no solo fue capaz de realizar la misión sino que, además, corroboró la visión de su creador al ser capaz de dejar atrás a tres aviones de caza alemanes. Se había iniciado la andadura de la maravilla de madera.

En los siguientes 3 años el "Mosquito" no tuvo rival en el aire y fue adaptado a las misiones más variopintas, desde bombardero ligero, avión de caza nocturno, torpedero, avión de entrenamiento, avión de reconocimiento, y el aprovisionamiento a la resistencia francesa y a los espías del OSS. Tal era la velocidad del "Mosquito" que los aviadores alemanes recibían 2 victorias aéreas en vez de 1 por el derribo de uno de ellos.


DeHavilland DH98 "Mosquito"

Otra de las misiones que le fue asignada a este avión fue el traslado de personalidades. Así en 1943, el eminente físico nuclear Niels Bohr fue trasladado desde Estocolmo a Londres. Tras una equivocación de éste al colocarse la máscara de oxígeno, el piloto, pensado que su pasajero podría haber perdido el sentido, decidió descender y realizar el viaje a baja altura, cosa extremadamente peligrosa debido a las altas probabilidades de un encuentro con aviones enemigos. Al llegar a Londres Niels Bohr fue preguntado por el trayecto y respondió que no solo no había perdido el conocimiento, sino que había dormido como un bebé durante todo el vuelo.

El uso masivo y su multitud de aplicaciones llevaron a la construcción de 7781 ejemplares, no sólo en Inglaterra sino también en Canadá y Australia, siendo uno de los modelos más construidos a lo largo del conflicto. Famosa es la frase pronunciada por Hermann Göering, Comandante en jefe de la aviación alemana después de que el bombardeo de un "Mosquito" destruyese la antena de la emisora de radio desde la que estaba dando un mitin:

" En 1940 yo podía volar por lo menos hasta Glasgow con la mayoría de mis aviones, ¡pero ahora no!. Me pongo furioso cuando veo el Mosquito. Me vuelvo verde y amarillo de envidia. Los británicos, que pueden permitirse el aluminio mejor que nosotros, construyen de prisa un magnífico avión de madera que se está produciendo en cada fábrica de pianos de allá, y le dan una velocidad que ahora ya han aumentado una vez más. ¿Qué podéis hacer?. No hay nada que los británicos no tengan. Ellos tienen los genios y nosotros tenemos los bobos. Después de que la guerra haya terminado voy a comprar un aparato de radio británico - entonces por lo menos voy a tener algo algo que siempre ha funcionado."

El reinado del "Mosquito" en el aire duró hasta mediados de 1944, con la aparición de los primeros aviones de caza a reacción de alemanes. Para entonces este pequeño avión de madera, fácil y rápido de construir, barato y extremadamente útil se había convertido en toda una leyenda para los Aliados y una pesadilla para los alemanes. Actualmente el DeHavilland DH98 "Mosquito" se sigue considerando el avión de guerra más versátil jamás construido: "La maravilla de madera".