martes, 3 de septiembre de 2013

Historia 3: El último lancero

1 de Agosto de 1919

Alexander Kazakov (Kosakoff según otras versiones) se dirigió a uno de los biplanos Camel Sopwith británicos. La guerra civil rusa avanzaba inexorablemente y con ella se derrumbaban las fuerzas zaristas ante el empuje bolchevique. Kazakov, defensor ferviente de la casa del Zar y, sin duda alguna, el mejor piloto de las Fuerzas Imperiales Rusas, se disponía a realizar una serie de arriesgadas maniobras aéreas delante de las desmoralizadas tropas zaristas cuando, inexplicablemente, su avión hizo un extraño giro a baja altitud y cayó en barrena, estrellándose contra el suelo. Los presentes no salían de su asombro. Un piloto experimentado en combate no podía ser víctima de acción de novato como aquella. El "as" británico Ira Jones aseguró sin duda alguna que se trataba de un suicidio. Pero volvamos atrás y contemos la historia de este héroe del aire.

Alexander Alexandrovich Kazakov nació en 1889 en el seno de una familia noble en la prefectura de Kherson, actual Ucrania. En 1908 ingresó en la Academia de Caballería de Yelizavegrado (actual Kirovohrad), en la que destacó notablemente en las unidades de lanceros (debemos recordar que los lanceros a caballo cosacos, originarios de la actual Ucrania, habían sido considerados históricamente como una de las mejores unidades de caballería ligera existentes en los ejércitos zaristas). En 1913 empezó su entrenamiento como piloto y se graduó en la escuela de aviación de Gatchina, una pequeña ciudad junto a San Petesburgo.

                                          Camel Sopwith, biplano en el que perdió la vida Alexander Kazakov

El 28 de Julio de 1914, tras el atentado de Sarajevo en el que perdieron la vida el Archiduque Francisco de Austria y su esposa Sofía, se desató la 1º Guerra Mundial. Alexander Kazakov fue enviado al Cuerpo de Exploración Aérea en Polonia. Por aquel entonces la aviación militar estaba muy poco desarrollada (el sistema de sincronización entre el giro de la hélice y los disparos de las ametralladoras no entró en servicio hasta 1915), y los aviones monoplaza no contaban con sistemas de defensa propios, ya que la escasez de aviones en los bandos participantes hacía bastante remota la posibilidad de encontrarse con un aeroplano enemigo. Aún así los pilotos solían portar consigo armas personales, tales como pistolas, escopetas o bombas de mano que arrojaban sobre las tropas enemigas. Alexander Kazakov, quizás por su pasado en la caballería cosaca, se hizo famoso por portar una lanza larga de caballería, que usaba para hostigar a los aviones contrarios en pasadas a baja velocidad o incluso por lanzarla contra los pilotos enemigos. Entre otra de sus artimañas se encontraba el lanzamiento de ganchos contra aviones contrarios con el fin de hacerles perder el control del aparato.

                                                         Alexander Kazakov (Wikipedia)

En la primavera de 1915 Kazakov consiguió su primera baja y pasó a la historia de la aeronáutica militar al ser uno de los  primeros pilotos (el primero había sido su compañero Piotr N. Nesterov) en realizar un "taran" o embestida aérea, y sobrevivir a la acción. En esta maniobra el piloto atacante usaba las partes "duras" de su avión como ariete contra el timón de cola o las alas del contrario, haciéndole perder el control. Obviamente se trataba de una acción extremadamente arriesgada que solía acabar en una colisión entre los dos aviones, con un resultado fatal.

Durante 1915 y hasta Agosto de 1916, mes este último donde se anotó su 2º y 3º victoria aérea, Kazakov no volvió a conseguir ninguna baja enemiga. En Febrero de 1917 él y su unidad fueron enviados a Rumanía, donde Kazakov abatió 8 aviones enemigos entre Febrero y el mes de Julio, cuando fue herido en acción. En esta fecha ya era el mayor "as" de la aviación Imperial Rusa (se considera "as" a cualquier piloto con 5 derribos enemigos acreditados). Kazakov se recuperó rápidamente de sus heridas y pasó a usar un Nieuport 17 con el que abatió a 10 enemigos más antes de final de año.

En 1918 y ante el inicio de la Guerra Civil Rusa, Kazakov se unió a las tropas británicas destinadas en Rusia con el fin de acabar con el ejército bolchevique. En Agosto de ese mismo año se le dió el mando de la fuerza aérea Ruso-británica, que ejerció hasta el verano de 1919, momento en el cual los soldados británicos fueron repatriados, dejando al ejército zarista en una situación desesperada ante un cada vez más fuerte ejército bolchevique. La guerra estaba perdida y el piloto, sabedor de ello, no quiso ver el final de su amada Rusia. Fue entonces cuando Alexander Kazakov, el mayor as de la aviación Rusa durante la 1º Guerra Mundial, se dirigió a su Camel Sopwith. Aquel sería su último vuelo. El vuelo del último lancero.