1 de Agosto de 1919
Alexander Kazakov (Kosakoff según
otras versiones) se dirigió a uno de los biplanos Camel Sopwith británicos. La
guerra civil rusa avanzaba inexorablemente y con ella se derrumbaban las
fuerzas zaristas ante el empuje bolchevique. Kazakov, defensor ferviente de la
casa del Zar y, sin duda alguna, el mejor piloto de las Fuerzas Imperiales
Rusas, se disponía a realizar una serie de arriesgadas maniobras aéreas delante
de las desmoralizadas tropas zaristas cuando, inexplicablemente, su avión hizo
un extraño giro a baja altitud y cayó en barrena, estrellándose contra el
suelo. Los presentes no salían de su asombro. Un piloto experimentado en
combate no podía ser víctima de acción de novato como aquella. El
"as" británico Ira Jones aseguró sin duda alguna que se trataba de un
suicidio. Pero volvamos atrás y contemos la historia de este héroe del aire.
Alexander Alexandrovich Kazakov
nació en 1889 en el seno de una familia noble en la prefectura de Kherson,
actual Ucrania. En 1908 ingresó en la Academia de Caballería de Yelizavegrado
(actual Kirovohrad), en la que destacó notablemente en las unidades de lanceros
(debemos recordar que los lanceros a caballo cosacos, originarios de la actual
Ucrania, habían sido considerados históricamente como una de las mejores
unidades de caballería ligera existentes en los ejércitos zaristas). En 1913
empezó su entrenamiento como piloto y se graduó en la escuela de aviación de
Gatchina, una pequeña ciudad junto a San Petesburgo.
Camel Sopwith, biplano en el que perdió la vida Alexander Kazakov
Camel Sopwith, biplano en el que perdió la vida Alexander Kazakov
El 28 de Julio de 1914, tras el
atentado de Sarajevo en el que perdieron la vida el Archiduque Francisco de
Austria y su esposa Sofía, se desató la 1º Guerra Mundial. Alexander Kazakov
fue enviado al Cuerpo de Exploración Aérea en Polonia. Por aquel entonces la
aviación militar estaba muy poco desarrollada (el sistema de sincronización
entre el giro de la hélice y los disparos de las ametralladoras no entró en
servicio hasta 1915), y los aviones monoplaza no contaban con sistemas de
defensa propios, ya que la escasez de aviones en los bandos participantes hacía
bastante remota la posibilidad de encontrarse con un aeroplano enemigo. Aún así
los pilotos solían portar consigo armas personales, tales como pistolas,
escopetas o bombas de mano que arrojaban sobre las tropas enemigas. Alexander
Kazakov, quizás por su pasado en la caballería cosaca, se hizo famoso por
portar una lanza larga de caballería, que usaba para hostigar a los aviones
contrarios en pasadas a baja velocidad o incluso por lanzarla contra los
pilotos enemigos. Entre otra de sus artimañas se encontraba el lanzamiento de
ganchos contra aviones contrarios con el fin de hacerles perder el control del
aparato.
Alexander Kazakov (Wikipedia)
En la primavera de 1915 Kazakov consiguió
su primera baja y pasó a la historia de la aeronáutica militar al ser uno de
los primeros pilotos (el primero había
sido su compañero Piotr N. Nesterov) en realizar un
"taran" o embestida aérea, y sobrevivir a la acción. En esta maniobra
el piloto atacante usaba las partes "duras" de su avión como ariete
contra el timón de cola o las alas del contrario, haciéndole perder el control.
Obviamente se trataba de una acción extremadamente arriesgada que solía acabar
en una colisión entre los dos aviones, con un resultado fatal.
Durante 1915 y hasta Agosto de
1916, mes este último donde se anotó su 2º y 3º victoria aérea, Kazakov no
volvió a conseguir ninguna baja enemiga. En Febrero de 1917 él y su unidad
fueron enviados a Rumanía, donde Kazakov abatió 8 aviones enemigos entre
Febrero y el mes de Julio, cuando fue herido en acción. En esta fecha ya era el
mayor "as" de la aviación Imperial Rusa (se considera "as"
a cualquier piloto con 5 derribos enemigos acreditados). Kazakov se recuperó
rápidamente de sus heridas y pasó a usar un Nieuport 17 con el que abatió a 10
enemigos más antes de final de año.
En 1918 y ante el inicio de la
Guerra Civil Rusa, Kazakov se unió a las tropas británicas destinadas en Rusia
con el fin de acabar con el ejército bolchevique. En Agosto de ese mismo año se
le dió el mando de la fuerza aérea Ruso-británica, que ejerció hasta el verano
de 1919, momento en el cual los soldados británicos fueron repatriados, dejando
al ejército zarista en una situación desesperada ante un cada vez más fuerte
ejército bolchevique. La guerra estaba perdida y el piloto, sabedor de ello, no
quiso ver el final de su amada Rusia. Fue entonces cuando Alexander Kazakov, el
mayor as de la aviación Rusa durante la 1º Guerra Mundial, se dirigió a su
Camel Sopwith. Aquel sería su último vuelo. El vuelo del último lancero.