viernes, 24 de enero de 2014

Historia 12: La Operación Paperclip

Primavera de 1945

Tras el fracaso de las sucesivas líneas de defensa alemanas en el este, la entrada de los ejércitos soviéticos en Berlín parece ya imparable. Los Aliados, hasta entonces confiados de poder adelantar a la URSS en la carrera por la capital del Reich, empiezan a plantearse un nuevo problema: la caída en manos rusas de toda la tecnología y científicos que durante años habían creado algunas de las armas militares más terroríficas de la historia; las Wunderwaffe o "armas milagrosas" alemanas. Ante esta perspectiva, los altos mandos de la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos, antecesora de la actual CIA) plantearon una de las misiones de espionaje más audaces de la historia: la extracción de más de 700 expertos y científicos alemanes dispersos a lo largo y ancho de una Alemania todavía en guerra, y su posterior introducción ilegal en los Estados Unidos. Esta es la Operación "Paperclip".

"Paperclip" era el nombre en clave de la mayor operación de extracción de personal de investigación científica y militar jamás realizada. Inicialmente su nombre fue operación "Overlord" y consistía, únicamente, en una serie de entrevistas con los expertos alemanes una vez terminada la guerra en Europa. Sin embargo, debido al empuje de las fuerzas soviéticas, los servicios secretos Aliados tuvieron que reformular el plan, incluyendo la extracción de dichos científicos de Alemania, ya que, en muchos casos, quedarían bajo la influencia soviética y sería imposible acceder a ellos. Así pues, la OSS se puso manos a la obra e inició sus pesquisas acerca de los miembros relevantes en la investigación nazi de campos tan avanzados en aquel entonces como la cohetería, la aeronáutica, la creación de combustibles sintéticos, la electrónica o la física nuclear. La tarea de identificar a los miembros clave de dichos sectores de investigación fue sumamente ardua y se realizaba a contrarreloj: cada día más sectores de Alemania caían bajo el ímpetu de los ejércitos soviéticos. Cuando la elaboración de dicha lista parecía imposible se produjo un golpe de suerte: un técnico polaco encontró una copia de la llamada Lista Osenberg en un baño que no había sido limpiado correctamente. La Lista Osenberg era el listado de todos los científicos que desarrollaban actividades de investigación para el Reich alemán y se había creado a partir de la iniciativa de 1943 para el desarrollo de material armamentístico, promulgada por Hitler tras el fracaso en la invasión de la URSS. Con ella los Aliados contaban con una copia de la lista más exhaustiva acerca del personal de investigación alemán, facilitando la identificación de los objetivos y su extracción. Entre los objetivos de dicha lista se encontraban científicos tan ilustres como Wernher Von Braun, desarrollador de los cohetes V1 y V2, primeros cohetes balísticos de la historia, y posterior jefe de ingenieros en los programas de la NASA que llevaron al hombre a la Luna, Ernst Stuhlinger, físico nuclear pionero en el desarrollo de la propulsión con motores eléctricos, Erich Traub, virólogo que creador de multitud de vacunas o Hans Von Ohain, uno de los inventores del motor a reacción entre otros. Werner Heisenberg, director de la investigación nazi de la bomba atómica y Premio Nobel de Física en 1932, fue internado en Inglaterra bajo la actuación de la Operación Epsilon, la versión anglosajona de la Operación Paperclip.

Muchos de los miembros de dicha lista se entregaron voluntariamente a los Aliados tras la evacuación de la isla de Peenemünde, una pequeña población en una de las islas alemanas en el Báltico donde los nazis tenian su mayor centro de investigación y los científicos trabajaban en un régimen de semi-esclavitud. Así pues más de 500 científicos se entregaron voluntariamente tras escapar de la isla, mientras las unidades soviéticas los perseguían, deseosos de incorporarlos a sus equipos de investigación. Se trataba de una "caza al hombre" donde los servicios secretos de todos los países deseaban repartirse los pedazos de la investigación alemana. Por otra parte, no todos los científicos salieron voluntariamente de Alemania, algunos fueron raptados de sus empresas o centros de trabajo y trasladados sin su consentimiento a los Estados Unidos como fue el caso del experto Herbert Wagner, sacado a punta de pistola por un grupo de soldados americanos de la sede de la empresa Henschel.

Si la localización y extracción de estos científicos fue extremadamente complicada debido a la situación del país, su introducción en los Estados Unidos no sería más fácil. Todos ellos habían ayudado al esfuerzo de guerra alemán durante el conflicto y por lo tanto tenían vedada la entrada legal en el país. Para evitar dicho veto, la OSS, a espaldas de su propio gobierno, se encargó de proporcionarles identidades falsas con las que cruzarían la frontera, así como trabajos falsos que servirían de tapadera durante los primeros meses. Muchos de los científicos de la operación Paperclip sirvieron como personal de limpieza en las casas de los miembros de la OSS durante el verano de 1945. Ese mismo año les fueron ofrecidos trabajos en distintos centros de investigación militar de los EEUU, siempre en condiciones irregulares. Solo a partir de 1950 se regularizó la situación de estos investigadores, que pudieron conseguir sus visados en el consulado estadounidense de Ciudad Juárez en México.

Los científicos de la Operación Paperclip fotografiados en Fort Bliss, Texas

Es difícil calcular el impacto que la entrada de estos científicos tuvo en el espectacular avance tecnológico que vivieron los Estados Unidos en los años 50, un país con una gran falta hasta entonces de personal científico puntero, pero podemos comprobar como muchos de ellos fueron directores de sus departamentos hasta 1970 y desarrollaron algunas de las mayores maravillas tecnológicas del Siglo XX. Los Estados Unidos aprovecharon el potencial de estos científicos y ellos, a cambio, les otorgaron su conocimiento, lo que provocó una época de un  enorme avance tecnológico. Nada de todo esto habría sido posible sin la Operación Paperclip, la mayor operación de espionaje de la Historia.

lunes, 13 de enero de 2014

Historia 11: Los verdaderos descubridores del "Nuevo Mundo"

"Colón descubrió América el 12 de Octubre de 1492". Todos recordamos este "mantra" que se repetía (y se sigue haciendo) incesantemente en las clases de Historia de nuestra niñez. Se decía, además, que fue el primer europeo en pisar tierra americana, iniciándose, con él, el contacto entre los dos continentes. Pero, ¿qué ocurriría si descubriésemos que ya hubo europeos en América 500 años antes que Colón?. ¿Que el tan manido descubrimiento de América no es más que una inexactitud histórica? Esta es la historia de Erik el Rojo y su hijo Leif Erikson, los primeros europeos en pisar el "Nuevo Mundo".

Erik Thorvaldsson, nació en el Reino de Rogaland, territorio en la costa suroeste de Noruega, en el año 950 d.C. Hijo de un exiliado por asesinato, se sabe poco acerca de su niñez excepto una característica física: un pelo de color rojizo oscuro, que le haría merecedor del apodo con el que ha pasado a la Historia: Erik El Rojo. Siendo relativamente joven viajó a Islandia, tierra ya colonizada por los vikingos. En el año 982 d.C partió en dirección oeste siguiendo las indicaciones escritas en las sagas de algunos marineros vikingos que se habían adentrado en el Atlántico antes que él. Ese mismo año llegó a las costas de Groenlandia, bordeando la zona sur de la isla y descubriendo zonas libres de hielo, y, por lo tanto, habitables. En una muestra de ingenio, Erik El Rojo llamó a la isla "Groenlandia" lo que traducido significa "Tierra Verde", en un afán por atraer a colonos a sus recién descubiertos dominios. Durante 3 años Erik el Rojo creó un grupo de voluntarios dispuestos a colonizar Groenlandia. En el año 985 marchó de nuevo hacia la isla, pero esta vez no lo hacía solo: marchaba con 25 embarcaciones y más de 3000 colonos. Construyeron varios asentamientos a lo largo de los distintos fiordos de la isla, y durante 15 años la isla prosperó, nutriéndose con más colonos que trataban de escapar de Islandia, pobre y superpoblada. Entre los años 1002 y 1003 la desdicha se cebó con la pequeña población siendo víctima de una epidemia que acabó con parte de la escasa población, incluyendo a Erik El Rojo. Sin embargo la población supo sobreponerse, gracias, en parte, a los denodados esfuerzos de uno de los hijos de Erik Thorvaldsson, Leif Erikson, también conocido como "El afortunado".

Leif Eriksson había nacido en el año 970 en Islandia, durante la estancia de su padre en dicha isla. Con tan solo 15 años partió junto a su padre a colonizar Groenlandia. En el año 1000, siguiendo las historias que contaban algunos mercaderes, reunió un pequeño grupo de hombres y cruzó nuevamente el Atlántico en dirección al norte del continente americano. Cuentan las sagas que Leif invitó a su padre para el viaje, pero este cayó de su caballo en el camino, y tomándolo como un mal augurio, decidió quedarse. Erik murió el primer invierno tras la partida de su hijo.


Sello estadounidense con la imagen de Leif Erikson

El viaje de Leif le llevó por el norte de la actual Canadá, siguiendo la costa en dirección sur hacia Terranova. Bautizó las zonas descubiertas como Helluland (Tierra de Arroyos), Markland (Tierra de Bosques) y Vinland (Tierra de Viñedos). Leif se convirtió, así, en el primer europeo en pisar el continente americano, 492 años antes de que lo hiciese Cristobal Colón. Su campamento, según las sagas, quedó localizado en la costa de Terranova. Poco se sabe de la evolución de este pequeño asentamiento, excepto que fue abandonado unos 20 años después, probablemente víctima del clima y el acoso por parte de los indígenas. Leif Erikson murió en el año 1020 sin que se sepa cuál fue su final.


Imagen con la ruta de Leif Erikson en el año 1000 d.C

Toda esta historia, profusamente detallada en las sagas vikingas, fue negada por los historiadores durante más de 500 años, que trataron de ocultar algunos elementos de prueba como el mapa de Vinland, un mapamundi del siglo XIII en el que ya aparecen las costas del norte de Canadá. Sin embargo, en la década de 1960, el arqueólogo noruego Helge Ingestad descubrió los restos del campamento de Leif Erikson en el norte de Terranova, en la conocida como Ensenada de las Medusas, quedando así demostrada la historia que contaban las sagas.


Reconstrucción de las cabañas del campamento de Leif Erikson en el norte de Terranova

Quizás está pequeño relato no sirva para darle a estos personajes el valor y la relevancia histórica que merecen. Su historia probablemente siga en el olvido y no tenga el lugar que debería en los libros de Historia de los colegios. Sin embargo creo que todos deberiamos conocer las aventuras de Erik Thorvaldsson y Leif Erikson, los primeros exploradores europeos en América.