Finales de 1942: Frontera Irano-Iraquí.
El Segundo Cuerpo Polaco (unidad
todavía no creada formalmente por aquel entonces) cruzaba la frontera entre
Irak e Irán atravesando el paso de montaña entre Hamadan y Kangavar, en
dirección al Líbano. Atrás quedaban la derrota frente a las fuerzas alemanas en
Septiembre de 1939, su captura e internamiento durante más de 1 año en campos
de concentración soviéticos, su liberación en el verano de 1941 tras el ataque
nazi a la URSS y su posterior abandono en las estepas de Asia Central. Sólo
esta historia ya sería digna de ser contada, pero aún faltaba algo más en esta
aventura.
La unidad se encontraba cruzando
los pasos de montaña situados en las estribaciones meridionales del Cáucaso
cuando se encontraron con un joven muchacho hambriento cargando con saco a su
espalda. Tras darle parte de su comida, los soldados polacos advirtieron que el
saco contenía un cachorro de oso pardo. Según les contó el joven lo había
encontrado en una cueva después de que unos cazadores matasen a su madre. Los
soldados, encantados con la posibilidad de adoptar al oso, ofrecieron al
muchacho diversos productos, tales como chocolatinas, latas de carne y
bolígrafos, hasta que la voluntad del joven cedió y vendió el cachorro a los
integrantes de la 22º Compañía de Suministros de Artillería. Tras improvisar un
biberón con una botella de vodka, los soldados bautizaron al cachorro con el
nombre de Wojtek.
Wojtek resultó ser especialmente
adaptable a la vida de campaña, y pronto empezó a desfilar junto a sus
"compañeros" erguido sobre sus patas traseras y a cambiar sus
biberones de leche por una curiosa afición a la cerveza.
En 1944 el Segundo Cuerpo Polaco
fue requerido en Italia, donde la invasión Aliada se había quedado estancada en
los Apeninos. Los soldados polacos debían ser embarcados en el puerto egipcio
de Alejandría y desde allí trasladados al sur de Italia, lugar desde donde
marcharían al frente. Sin embargo las autoridades británicas, encargadas de su
traslado por mar hasta la península Itálica, se negaban a embarcar a ningún
animal en uno de sus buques. Así pues, los soldados de la 22º Compañia de
Suministros decidieron enrolar a su amigo Wojtek en el Segundo Cuerpo Polaco,
rellenando la documentación necesaria, convirtiéndolo así en un soldado de
pleno derecho.
La unidad entró en combate en
Montecassino, una abadía benedictina del siglo VI, tristemente conocida por ser el lugar
donde se libró una de las batallas más famosas de la 2º Guerra Mundial. Tras
una serie de ataques infructuosos llenos de bajas para los Aliados, era el
turno del Segundo Cuerpo Polaco, junto a la Cuarta División India. La orografía
impedía el traslado de los proyectiles de artillería en camiones, por lo que se
requería el uso de mulas o incluso el traslado a mano de los suministros. Al
ver la situación, Wojtek se acercó a uno de los camiones
donde se guardaban los proyectiles, y alzándose sobre sus patas traseras,
incitó a los soldados a que depositaran los explosivos sobre su lomo. El
plantígrado demostró su valía avanzando con paso firme entre los disparos y las
salvas de artillería enemigas, cargando con los proyectiles más pesados a su
espalda, sin cansarse ni asustarse ante la potencia del fuego de artillería.
Fue durante esta batalla cuando un soldado polaco diseñó la insignia de la 22º
Compañia de Suministros de Artillería, un oso blanco cargando con un proyectil
sobre fondo verde. La batalla de Montecassino terminó con la bandera Polaca
ondeando sobre las ruinas de la abadía, y Wojtek era considerado un héroe por
sus compañeros.
Tras acabar la guerra, los
soldados polacos fueron enviados a Glasgow, donde los orgullosos soldados
polacos desfilaron junto a su peculiar compañero de fatigas, y donde Wojtek recibió
su apodo; "El oso soldado".
Después de los desfiles Wojtek
vivió en el zoológico de Winfield Park hasta 1963. A su funeral acudieron gran
parte de sus compañeros y se le rindieron honores militares.
En la actualidad existen estatuas de este valeroso
animal en distintos museos militares del mundo, así como una placa en el
zoológico donde vivió hasta su muerte, tras la cual entró con todos los honores
en la historia militar.
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